martes, 26 de febrero de 2008

Cita 1750

Eran casi las 6.35 pm. Cuando el bus atiborrado de gentes, colmados en desesperación aturdía mi ser y envolvía mi alma en una pena innecesaria de un domingo cualquiera que tenía la generosidad de ser mi 1 mer y único mes a su lado…llegue entusiasta al lado opuesto de esta gran Lima, ciudad capital sumergida en olores, colores y desnudez de nostalgia compartida por cada atolondrado habitante. Son pocos los minutos de espera que tuve apostado en un banco duro, intenso en colores despintados y desprotegido por el pasar del tiempo, paso puentes, avenidas y mi tez no sonreía ante la inminente cita número 1750, cita de la cual siempre estaré agradecido al tiempo, al destino, al momento que encontré en una simple y álgida conexión de net una excusa para ser feliz y para decir que cada día será mejor, será lo eterno y será compartido mientras tu existas en mi….

Nostalgia al sentirte, pena por no querer herirte, profundo amor el sentir mío, eterno valor para seguir conmigo. Si las flores pudieran hablar q no dirían, si mi alma quisiera un lugar en ti viviría, si mil horas habrá que esperar amada mía, si la vida empieza al final lo viviría, si tu ... Que no estas aquí, si tu q me haces feliz, siempre serás mi orgullo patente, estarás no solo en mente, por ti tratare de ser mejor, sin ti vivir tendrá una razón , a tu lado mil formas de amarte pues tu sombra es mi guía de un martes , que no t veo, que no te huelo, que no te beso y que solo eso me hace sentir que sigues ahí en alma en mi ser, bendita seas tu, gracias por esta vida que me hiciste renacer, gracias por ser tu y por que de alguna forma hacemos un solo sentir en dos almas y que caminemos siempre juntos mirándonos y sonriendo cada vez que sabemos que nos queremos…

domingo, 24 de febrero de 2008

Indigo



Esperó el devenir de su vida, sobrecogida en su umbral inerte por su mordaz resguardo de llanto, esperó que el sol interponga su imagen estéril y provoque en su tez despintada por el tiempo una sonrisa, una caricia ajena. Eran los primeros días de Agosto, momentos en los que su vida transcurría y meditaba su imagen de mujer soñadora, caían las hojas sueltas al viento y de entre sus cabellos ondulaban su estancia de aura. El caminar inerte y sus pasos lúgubres escondían su llanto, su pesar por la desdicha que no reclamaba al viento y que en su desdén disimulaba un instante de gloria, de incalculable episodio de nostalgia, solo esperaba que su vida suspendiese el dolor creado por el lastimero instante de congoja. Era de día cuando recordó lo feliz que era, cuando jugueteaba y su alma sentíase dichosa, su mirada buscó la sombra perdida una noche que buscaba un amor furtivo, de sus ojos relucían soles imantados por el transcurrir de la modorra. Era bella y de ojos saltones, su mirada esquiva siempre dejaba notar sus ganas de vivir, de su ser sobresaltaban sus emociones.
El camino que recorría era vespertino, lleno de Urales y suntuosos jardines, ella desteñida de vida, solicitaba un instante de sueño, un viaje eterno no alcanzable, no tramitado en estancia alguna, solo pensado e imaginado dentro suyo. Su vida es tan larga que le queda mucha q sufrir, demasiado que padecer ante este mundo, sutilmente asesino y extraño de misterio. Caminóse en torno al sol, desprotegida en rostro, su albur daba con el viento suave y desdeñoso de tiempo, su andar cansado por el solo hecho de no saber para que vive, concentraba su alma y la protegía de heraldos mágicos e incólumes, de sosedad, de austera imagen de vida, solo necesitaba un momento de placer, de revivir esa soledad distanciada de complicidad. Cuando mira al sol ella siente que esta viva, que las aureolas son instantes inexorables en virtudes, ella sabe que la vida no es para su muerte, la que esperaba fría e inerte pues sabia que tarde llega y aunque tarde es mejor que nunca, esperaba ese momento dulce y amargo, tibio y frio en las que sus húmeros fregaban su piel, ya destemplada en su ser, sabia que iba a morir y solo resignación era su fuente de vida. Cayó y sus bruces tocaron polvo, ah auscultas trataba de ponerse en vilo, sobre expuesta en frío dibujo una sonrisa y respondió de dentro suyo, no hay vida sin repudio. Era de tarde cuando llego a un pueblo olvidado, tanto que ella dio con este lugar sacado de un cuanto de hadas, donde el desenlace fue esgrima do en base a combates y funestos duelos Alcalá con sobrevivientes temerarios y muertos en la memoria de otros que como ella entendían la vida de una manera más distante.
Contemplaba las casas coloridas de matices felices, habrá estado ocupado de niños y mujeres atentas, de hombres laboriosos y de verdes acompañantes. Toco una puerta entre abierta, esbozo un llamado austero, nadie vino en su ayuda, ella agotada en su ser, necesitaba un poco de agua, liquido que limpie su alma de tan penosa agonía. Estaba sola ante un estéril y mundanal camino, lleno de espinas pues sus ojos no eran los mismos, su vida no era otra muerte ajena, era suya y dictaba mensajes al Enoc mas cercano, llévame no espero nada mas de esta vida. Transcurrió así horas, meses y años y ella solo atinaba a ver el horizonte, con lluvia y a veces seco y sus soles de distintos destellos y su muerte no llegaba. Un día antes de que el reloj de su vida contagie el de su sombra, estaba apostada en su rincón preferido e imposible de transitar cuando a lo lejos, lantanos y dando zumbos de errante vio llegar a su noche, su sueño eterno, al momento que espero y que jamás llegó. Seria ese un final para alguien que nunca amo, personaje que no olvido un precepto de verano, cuando aun vestía de niña y sus pequeñas mejillas ruborizaban su anima al ver que era motivos de halago. Entusiasmada corrió hacia el, trastabillo se ante el salir de un ápice de vida, encubrió su pena ante una muerte eterna, sola enfundo su llanto y dispuesta a aceptar el momento durmió…soñó que era libre y que sus ojos obnubilaban lo que algún día soñaría en su otra vida, se veía sonriente ya no inerte, y de su candul acegado de impotencia dejosé caer para que su mirada vea al sol que no vio, a ese astro luminoso que amainaba su espalda y desprotegía sus ojos sollozantes, se porto como la luna amante e insolente, le robo energía un día que el se fue de paseo con la estrella en un cielo espectral. El la miro y bajo sus ojos, transcurría un enojo cuando le exigió su alma, ella inspirada en un deseo febril concediose el anima que no era ya suya, era del mundo que le quitaba su vida, y le daba un instante remoto de paz, de esa paz que no conocía y de la que jamás pensó retener.
Era abril y su muerte no llegaba, solo le sonreía a lo lejos. Ahora estaba otra vez ahí sola pero había algo extraño en todo esto que le llamaba vida. Solo era una historia de un amor que dejo de andar…

Días de Invierno


Días de invierno

Cielo de mierda, nefasto invierno a doce grados la ciudad de lima se viste de un triste atuendo me sumerge en un letargo… del que Yo quiero ser parte… y poder adherirme en su nostalgia, en su apatía en la necesidad de ser esencia.

Son las seis y media de la mañana y mi alama vuelve al cuerpo a sentir que estoy vivo, mis huesos entumecidos bajo el manto azul que proteja como Pandora y aguarda al encuentro de dos realidades que con el caer de la noche se divorcian para luego unirse tumefactos con el nacer de mis ojos que al ver la luz descubren que aun pueden ver.

Me visto de seguridad, empleo un despido mordaz al ser que me sale al encuentro, este se estira y aun dormido espera el paseo vespertino algo gélido nada sombrío y sin pensarlo cierro el portal y dejo sin esperanzas al perro que yo lo sé, vuelve a entregarse al sueño a creer que es libre, libre voy a ganarle al tiempo disfrazo temblores corro y sigo línea recta dando esquivos indefensos, trastabillo al roce de un perro sucio, viejo, quejumbroso que se dobla de frio otoñal, estas despierto, me digo, el cielo viste de gris de un olor ajonjolí y el sol que se amaina ante la nostalgia de ver a la luna irse no se aparece y da paso a este cielo que toma la posta en ingenia un dolor al hueso, llego al puesto de emoliente dando zumbos tanta gente que como yo busca lo que no encontró hoy también en casa un bocado caliente que naufrague en su inconsciente.

Estiro mis falanges, emulo una orden de pare y el autobús se aproxima con todos sus años encima.
Es viejo, destartalado, que no es capa de ser un buen carro produce un sonido hueco, observo una mano salir de este como parte propia asciendo a el busco asiento gentes a la izquierda chicas a la derecha y el personaje d la mano avancen al fondo como rompiendo los principios de la leyes físicas avanza atrás y su baja en la esquina que viene, mi temor me sitúa a un lado de la ventana algo opaca que trasluce un poco de este misterio que cubre la ciudad capital.

Se acerca a mi una silueta ajena, delgada, joven informal me solicita el dinero que recoge con enojo, oh soy universitario que gracioso el se va tiritando con la promesa de entregarme mi vuelto de veinte céntimos que por derecho no exijo, este sigue produciendo sonidos “todo magdalena” ”pasaje con sencillo” a la espera que la urbe responda, el carro convulsiona se detiene por una luz algo roja que emoción problemas habrá distracción y el móvil se detuvo como el tiempo y yo sigo en línea la siluetas por la calle como si fuera encontrar una mirada amiga entre las muchas adustas que me reponga de este fúnebre día.

El perfume complicado que se mezcla entre tanta gente, entre tanta angustia, entre tanta necesidad con el tiempo, entre tanto personaje peculiar, voy sentado y al lado mío va un personaje solido, desconocido me gana el sueño no a el le gano primero pues siento su total pesadez complicar al asiento y ponerlo en vilo por el chasquido que produce ante el inminente vaivén del viejo bus.

Hace frio hay modorra y ante mi aparece la facultad doy apremio a mis pies de un brinco llego a la puerta del carro busco seguro mis manos se sitúan en unas barras frías combinadas con colores no me empujen hay dolores pues tras de mi ansiosos por llegar a la hora una combinación de géneros espera que yo descienda primero, pongo el derecho el izquierdo no me obedece esgrimo un andar y los míos van a dar a esta horrible facultad.

Observo el balcón no hay apuro en llegar a clase pues el tipo que imparte conocimientos no se apersono que bien que me invada la modorra y como en un cuento épico todo tiene un desenlace
Voy en busca de armamento sobre el pupitre dispongo mi mochila roja reposo mi tez y me invade el sueño …de ese del que yo quiero ser parte ..




Pesares

Sombrío camino que le toco vivir a su alma, tan lejos de una dicha funesta arrebato sonrisas inertes nunca sentidas en un paseo de otoño. Tan frágil mostro su alma que la mescolanza de dolores suspiró ante su piel atrofiada de temores, caminó y de entre sus cauces de llanto asomosé un candil refugio de vida. Esperaba que la vida supiera a edades, espero que la inusual memoria de salud reforzada en su letargo un universo involuntario en virtudes. Sonreía para demostrar que vivía, que sentía y jugaba a ser feliz ante un mundanal de recuerdos enojosos. Sentiría que no vivo y que mi muerte llega cada día sonriente, que este momento que l e llamo vida esta tan cerca de un fin tan libre y distante. Que la potestad de retener el aliento es motivo de enojo, mi alma se quiere ir tan lejos donde el sol no lastime sus ojos y su piel curtida encuentre descanso sincero. Nunca presentí enamorarme de la manera más inocente, el viento rozo mis ojos aun dolidos por la soledad afectiva, ellos embargaron emociones buscando simplicidad en circunstancias menos exploradas de un alma que vive de su nostalgia. Si soy nostálgico encomiendo esta soledad a quien lo quiera entender, simple es vivir sin sentir o sufrir, intento hacer lo mío, un camino largo y sosegado de grandes momentos, estas tan lejos que tu alma deambula de noche buscando la mía, al despertar mi sombra abandona mi cuerpo y sufre por lo que tendrá que soportar mientras yo descanso y sueño que soy feliz y complacido con algo que tal vez solo sea un afecto prestado.

camila..


Camila buscaba la luna. Ella quería encontrar el camino sin embargo estaba perdida, la noche fría también era tiste, solitaria y oscura. Deambulaba por el sendero, corregía su paso mientras sus ojos sollozos por la angustia evidenciaba su soledad y la de su alma, algunas veces cuando estaba junto a ella descifraba sus emociones, gustaba sentirse protegida es decir el amor puro de su madre, ella tan angustiada por el llanto ajeno hecho suyo esbozaba una imagen en caso de que la vida le muestre su andar pesado, amainado por el viento. Camila apuro el paso hallase nostalgia en su ser, durmió…
Descripción:
La noche era oscura. Llena de complejos colores escarlatas, fría como brisa que golpea mis espaldas. El sonido imaginado de su llanto confabulaba con el ruido inerte y esquivo del grillo, la noche cómplice de mis actos era más bien bella, bondadosa con amores furtivos, esta noche reflejo del alma, reflejo de mis sombra que cuidad mi andar, noche estas siempre ausente en mis sueños, será por que eres sutil y longeva, por ser de noche y oscura siempre eres pura, no imagino vivir sin ti sin sentir tu aroma, tu esencia que me lleva al goce, al placer de disfrutarte. Tan grande, tan llena de cuartos menguantes separados por el destino, tan nueva y tan extraña a su luz, pues cada tarde infundes al sol ese aroma que lo hace dejarte un lugar en mis ojos, a ti si puedo verte, coqueta, inquieta por el caminar humano, la noche era oscura y mi andar también …..

Al que le queda un minuto en la vida, ya nada tiene que disimular

Yo...