miércoles, 25 de agosto de 2010

Cerros de rock limeño

La Sarita: fusión y arte en un símbolo religioso
Lima es una ciudad de fusiones, de mil colores entre sus calles llenas de moho y estridentes sonidos, de alternativos parajes donde el tiempo colma de esbirros al peatón sumergiéndolo en un estado de quietud, de contrastes étnicas que al verse envueltas conjugan un solo ritmo, un solo pensamiento, un único sentir que originó que bandas como “La Sarita” tome un lugar entre la movida musical – contemporánea capitalina.

Ha pasado más de una década desde que el grupo liderado por Julio Pérez contempló hacer de ritmos tradicionales como la cumbia, el rock, el ritmo afro-peruano, el huayno entre otros géneros una compilación de sonidos y notas convirtiendo sus conciertos y entregas musicales en breves revelaciones del mundo provinciano, buscando llenar un espacio dejado con la llegada de los migrantes y donde el sonido y el buen gusto priorice la identidad étnica en un país de mil rostros como el nuestro.

“Hemos pasado por procesos largos de búsqueda de identidad. Estamos contentos de haber contribuido y puesto nuestro granito de arena para fomentar la integración cultural en nuestro país”, testimonio Julio Pérez líder de la banda.

Con tres sencillos (Más Poder – Danza la Raza – Mamacha Simona), en sus cortos 13 años de incansables recitales, la banda del Agustino ha realizado una maratónica secuela de giras y presentaciones en Lima, provincias y ha abanderado su música representando al país en más de 7 países del orbe.

La Sarita representa al Perú autóctono, al país relegado por la moda foránea - comercial y revaloriza el sonido y ritmo histórico. Con temas signes como “Guachimán”, “El Aguajal”, “¿Eres Vip?, “El show de la Humanidad”, el decenio de integrantes entrega en cada lectura de interpretaciones un ramillete de historias unidas por un mismo objetivo.

“Siento el intenso llamado, interno tu voz del viento escuchado, por eso Mamacha Simona, Apu- patrona protectora, dame la fuerza y coraje para seguir con nuestra función. Hay una razón para decir lo que quiero, están solo lo que siento”, melódicos instantes de Mamacha Simona expuesta ante cientos de adeptos de una noche barranquina.

Sin duda, La Sarita es una de las bandas más representativas de la escena local – subte – del rock peruano, pues basa sus temas y apologías al ande, en tratados de auto marginación a lo nuestro, a identificar los restantes modos de vida y entrega artística de aquellos, miles, de provincianos que como ellos protagonizan sus propios designios y prestigio limeño.

En cada concierto La Sarita asalta el escenario con singulares danzas de tijeras y variados bailes nativos acompañados de zampoñas, quenas, violines entre otros instrumentos lo que producen un sonido y ritmo diferente.“Dicen que eres la hija del diablo, que por las noches el señor abusa de ti”, por tu voz y el uso de eternos instrumentos hacen de La Sarita una alternativa musical propia de la cultura nacional.

Timothy Leary: "No me preguntes nada. Piensa por ti mismo y cuestiona a la autoridad."

"No me preguntes nada. Piensa por ti mismo y cuestiona a la autoridad.", irreverente conclusión a una partida de naipes donde Timothy Leary era participante.

Desafiante investigador de los temas relacionados a las drogas naturales y otros alucinógenos como el LCD que transformaron la sociedad del siglo pasado, Timothy Leary es un icono de la cultura “Hippie” basado en la espiritualidad y el crecimiento sicológico del hombre como ente y profesor de su propio destino.

Leary dio sus primeros pasos en la investigación en Springfield, Massachusetts en Estados Unidos. Es hijo de un dentista Irlandés-Americano que dejó a su familia cuando el pequeño apenas tenía 13 años. Pasados los 20 años se recibió de bachiller en sicología en la Universidad de Alabama en 1943 para luego enlistarse como médico en el servicio en la Armada de los Estados Unidos, en tiempos de la Segunda Guerra Mundial.

El también profesor universitario tuvo en su repentino viaje a México las herramientas necesarias para hurgar entre los episodio de la movida hippie, logrando entablar una fuerte relación con personas y artistas relevantes de la época, lo que le valió un desagravio de parte de la justicia de su país; la misma que le abrió proceso hasta en cuatro oportunidades y condenó a 95 años de cárcel por posesión de marihuana y apología al desorden y libre pensar de esa época.
"Nuestro objetivo es transformar a la sociedad en los próximos 30 años, esperamos que usen LSD regularmente en su desarrollo espiritual y en su crecimiento psicológico", refería un Leary relajado mientras se grababa un documental sobre su vida.

Leary también reelaboró el tradicional pensamiento chino del Tao para ser utilizado en pleno viaje psicodélico. Y también escribió una autobiografía esencial para comprender los 60.
Con cuatro aspectos básicos de su teoría, “La amenaza americana” como fue apodado por críticos de su tiempo, trató de darle un acercamiento de PAZ Y AMOR real a la juventud y condicionó sus estudios en el cuarteto de objetivos. Incrementar el poder personal y la capacidad de comprensión, la cultura, de vida y crecer profesionalmente. En segundo término está el deber, el ayudar a otros, cuidar la asociación entre los hombres. Tercero: la diversión, el disfrute sensual, el placer estético, la cercanía interpersonal, la experiencia pura. Y finalmente, el fin trascendente, la liberación del ego y los límites de tiempo y espacio, logrando la unión mística.

"En muchas ocasiones no recuerdo lo que hice dos días antes. Eso hace interesante a la vida."
Fueron años de lucha y gloria ausente, tiempo del cual Leary procreó junto a su suicida esposa dos hijos, para finalmente recibir la noticia de ser un paciente con cáncer a la próstata. Lejos de permanecer en un hospital, Leary encaminó sus últimos días de vida a propalar su testimonio y representar a los millones de consumidores anónimos de la época.

El fatal desenlace de su patológica y alocada forma de vivir terminó un 31 de mayo del 2006, convirtiendo sus 75 años en un ejemplo plausible de su generación.

"Aprendí que el conocimiento y la inteligencia pueden ser sistemáticamente expandidos. Que el cerebro puede ser reprogramado."

Misterios...

Son tantos los días que me acompañas, tantas la noches en que conjurado en manías me adoras, llevándome a un placer inocuo esperanzado en tardes en las que llegas de la mano de mi ser perdido… duermes entre mis brazos apretujando mi sombra, escapas de la rutina sonriendo mis pasos, que agigantados suspiran por la mujer que tengo al lado.

El temple que demuestras ante cualquier obstáculo, impide que mi alma atemorice mi angustia insana por los viajes hechos donde tú solo esperas que vuelva y conserve el amor que tanto nutre nuestra compañía, nuestra aventura juntos, convertido en realidad que mezclados con armonía implora un poco más de tiempo para conservar algo tan bello y puro como es tu aroma.

Desde tiempos remotos nuestras almas se pertenecían, desde años de angustia mi ser aún buscaba tu imagen soñadora y llena de alegría, tiempos en los que imaginaba esclarecer tus días mostrando lo oscuro de los míos. Hoy te puedo decir que te adoro, que cada momento a tu lado es simple melodía inspirada en nostalgia… son ¨momentos¨ de estar a tu lado, de aprender que la constante lucha impere en mi ser, que los vasallajes de complicaciones invadan mi tenue muestra de valor, son tantas cosas por las que agradecerte que mis textos quedarán cortos ante tan largo camino recorrido a tu lado.

Conocer tus ratos impolutos de malicia, enfrentar mis miedos haciéndolos esperanza es tarea que dedicas a conmover y satirizar con un simple, todo saldrá bien, estamos juntos en esto y siempre cuidare de ti… grace pour tutti. Indago como es que una dama tan doncella pueda fijarse en un juglar tan lleno de desmerecimientos, aquí la heroína eres tú y el Igor empieza a descubrirse en mi rostro, incólume de tu presencia, apaciguada en miedos por no estar a tu lado.

Me interesa saber por qué sigues a mi lado, después de los momentos tan medibles de amor que te hice vivir, si la ocasión más molesta me fastidia y me hace prevalecer mi descortés manera de empezar contigo; eres una belleza que orienta mis pasos, son noches los que cuidas de mi, instantes en los que naufragas para salvarme del ocaso que amenaza con sustraer mi desesperanzado e inerte manera de desfallecer mientras tu animas mi medido ser encriptado en nostalgia, aquella que me entumece y de la que usted sólo consigue salvarme.

Si pudiera llenar bocetos con tu nombre, No escatimaré en hacerlo, si tendría que contagiar tu risa a mi nostalgia interrumpiré mi pensar errante y detendré mi sollozante instante de casualidades parecidas a vidas ya existidas, oraciones ya alquiladas en noches sin luna, como compañía misteriosa blindadas por momentos inexactos pero llenos de elegantes destellos de respiro.

Evidencio tu amor hacia mi ser, interrogo las causas de tu desvelado proceder para conmigo, solo espero inmolar nuestras almas, mientras generas más confianza a mi maneras tan cerradas de decir las cosas, tu sabes lo que me une a ti, que lo básico de mi en ti es los momentos duros e inexpresivos que te ofrezco, son fríos los momentos que vivió a mi lado, son tibios los instantes que muestro mi alma desnuda para que la socaves de pasión, hoy te pido que me recibas y me perdones los malos ratos que cumplí sin mediar razones, hoy me despido ante ti para dar inicio al ser que te admira y que fulgura detalles para morirme a tu lado, siempre y cuando tu descubras mis sueños infaustos y así poder clarear la noche que solo sabe nuestra historia.

Yo...