Ajustician violador luego de haber sido sorprendido ultrajando al menor de iniciales A.S.G. de ocho años de edad en Villa Maria del Triunfo.
Isaac Marín de 27 años natural de Chiclayo y obrero de profesión, valiéndose de promesas para el niño lo condujo a su vivienda ubicada en calle los Laureles 388, donde aprovechando la ausencia de su madre dio rienda suelta a sus bajos instintos y conmino al niño bajo amenazas a cumplir sus más despreciables deseos.
Al notar la ausencia de su menor hijo, Rosa García indagó por el paradero del menor y lo encontró entre sollozos en la casa de su abuela a escasos metros donde ocurrió el execrable hecho.
Al notar su impedimento por caminar del menor, se dio con la ingrata noticia que aprovechando la ausencia de la madre su menor hijo fue ultrajado. Provisto de palos, piedras y lo que encuentre en el camino Rosa y sus vecinos indignados llegaron a la casa del violador para hacer justicia con sus manos.
Avisados del hecho la Policía se hizo presente en el lugar del ajusticiamiento, tratando de cambiar la acción y opinión de los vecinos quienes a viva voz reclamaban justicia.
Las fuerzas del orden trataban de controlar los ánimos, solicitando apoyo mientras el maniatado sujeto pedía clemencia. Rociándole kerosene y despojado de sus ropas fue quemado en vida ante la atónita mirada de vecinos y fuerza policial.
Isaac Marín de 27 años natural de Chiclayo y obrero de profesión, valiéndose de promesas para el niño lo condujo a su vivienda ubicada en calle los Laureles 388, donde aprovechando la ausencia de su madre dio rienda suelta a sus bajos instintos y conmino al niño bajo amenazas a cumplir sus más despreciables deseos.
Al notar la ausencia de su menor hijo, Rosa García indagó por el paradero del menor y lo encontró entre sollozos en la casa de su abuela a escasos metros donde ocurrió el execrable hecho.
Al notar su impedimento por caminar del menor, se dio con la ingrata noticia que aprovechando la ausencia de la madre su menor hijo fue ultrajado. Provisto de palos, piedras y lo que encuentre en el camino Rosa y sus vecinos indignados llegaron a la casa del violador para hacer justicia con sus manos.
Avisados del hecho la Policía se hizo presente en el lugar del ajusticiamiento, tratando de cambiar la acción y opinión de los vecinos quienes a viva voz reclamaban justicia.
Las fuerzas del orden trataban de controlar los ánimos, solicitando apoyo mientras el maniatado sujeto pedía clemencia. Rociándole kerosene y despojado de sus ropas fue quemado en vida ante la atónita mirada de vecinos y fuerza policial.
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